Origen del gelato

El gelato ya es un postre muy popular en todo el mundo. Hay gelaterías repartidas por todos los países, y las cartas de los restaurantes italianos suelen destacarlo entre sus postres, como es en el caso de Trattoria Sant’Arcangelo. Pero, ¿cuál es el origen del gelato? Y ¿qué diferencia al gelato artesanal del helado de toda la vida?

 

El gelato es antecesor del helado.​ Está elaborado con una base de 3,25% de grasa láctea, leche entera y azúcar, pudiendo incluir frutas, frutos secos, chocolate, huevos, café, u otros ingredientes frescos en función del sabor. La mezcla de ingredientes suele hacerse en caliente, incluyendo la pasteurización.

La diferencia principal entre el gelato y otros tipos de postres helados se encuentra en que el primero tiene un menor contenido de grasa butírica. Además, el gelato contiene un 70% menos de aire y más saborizante natural que otros postres similares, lo que le da una cremosidad y riqueza que lo distingue de otros helados. Por si esto fuera poco, el gelato es también más saludable, ya que una porción de 3.5 onzas tiene 90 calorías, 3 gramos de grasa y 10 gramos de azúcar.

El artista toscano Bernardo Buontalenti es considerado el precursor del helado. ​Sin embargo, la creación del gelato, en su forma moderna, fue obra del cocinero siciliano Francesco Procopio dei Coltelli. Tras formarse como cocinero y experimentar sus creaciones entre Palermo y Florencia, a finales del siglo XVII abrió su «Café Procope» en París. Fue allí donde introdujo el gelato en su local, ganando notoriedad primero en París y luego en el resto de Europa. Gracias a su gelato, Procopio obtuvo una licencia real exclusiva emitida por el rey Luis XIV, convirtiéndose en ese momento en el único productor del postre helado en el reino.

Hoy en día, el gelato italiano es conocido en todo el mundo, e Italia es el único país donde la cuota de mercado del gelato artesanal, frente al helado producido en serie, supera el 55%.